

Productores de soja de EEUU en primera línea de la guerra comercial con China
La preocupación crece entre los productores estadounidenses de soja, en plena temporada de cosecha, a medida que las tensiones comerciales entre Washington y Pekín les cierran gradualmente el acceso al mayor mercado mundial de la oleaginosa.
Esos productores se encuentran entre las primeras víctimas de la guerra comercial iniciada por el presidente Donald Trump, y enfrentan la caída de las compras chinas.
En respuesta a los aranceles estadounidenses, Pekín impuso a una serie de productos, entre ellos la soja, un recargo impositivo del 20% que la encarece considerablemente en comparación con la producida en América Latina, según la Asociación de la Soja de Estados Unidos (ASA, por su sigla en inglés).
Como resultado, los precios de la oleaginosa "han caído considerablemente debido a la guerra comercial", dice Travis Hutchinson, agricultor de Maryland (este).
Aunque prevé una buena cosecha, Hutchinson no está seguro de generar suficientes ingresos para su explotación este año.
Con su familia, cultiva principalmente soja y maíz en una finca de poco más de 1.375 hectáreas.
"No me oponía a que el presidente intentara presionar al gobierno chino", afirma el agricultor de 54 años. "Se necesitan mejores acuerdos comerciales", dice, pero no puede evitar expresar cierta frustración por la prolongación de la situación.
Ahora, al igual que numerosos agricultores estadounidenses, que votaron abrumadoramente por Donald Trump hace casi un año, intenta sobrevivir ante el estancamiento comercial.
- "Decepcionante" -
En un año, las exportaciones a China, que representaban la mitad de los 24.500 millones de dólares en ventas de soja de Estados Unidos, se han reducido también al 50%. Esto ha provocado una caída de los precios del 40%.
Y la situación podría empeorar: en septiembre, Argentina suspendió impuestos a la exportación de varios productos, incluida la soja, lo que los ha vuelto más competitivos ante los importadores chinos.
Para apoyar a los productores estadounidenses, Trump ha asegurado que se les devolverá una parte de los ingresos procedentes de los aranceles, sin dar aún más detalles al respecto.
Al mismo tiempo, ante las restricciones de Pekín a las exportaciones de tierras raras, Trump anunció el viernes su intención de imponer aranceles adicionales del 100% a los productos chinos y cancelar su reunión con su homólogo Xi Jinping, programada para dentro de dos semanas.
"Es muy decepcionante", lamentó el presidente de la ASA, Caleb Ragland, quien contaba con este comercio bilateral. "Los productores de soja se encuentran en dificultades financieras", afirmó.
- "Una curita" -
Travis Hutchinson reconoce que los agricultores son un blanco fácil en las guerras comerciales, pero cree que la ayuda prometida por Donald Trump es, en el mejor de los casos, una "curita".
"Me alegra que esté pensando en nosotros", insiste, pero un acuerdo comercial es más importante porque "somos agricultores a largo plazo".
Tradicionalmente, China compra soja entre octubre y enero, señala David Burrier, agricultor de la región. "Este año va a ser muy, muy difícil" que lo haga.
"El 40% de nuestra producción se venderá, en el mejor de los casos, al precio de coste".
La situación es especialmente preocupante en los estados centrales del país, que generalmente envían sus productos a la costa oeste, desde donde salen hacia China, explica el economista jefe de la ASA, Scott Gerlt.
Pero los silos ya están llenos, y los agricultores de esta región no encuentran salidas comerciales.
- Peor que en 2018 -
La situación actual es peor que la ocurrida hace siete años, durante la primera guerra comercial entre Pekín y Washington, insiste Gerlt.
En esa época, los agricultores estadounidenses perdieron 27.000 millones de dólares en exportaciones.
El gobierno, que también estaba al mando de Donald Trump, proporcionó entonces 23.000 millones de dólares en ayudas.
Pero esta vez las tensiones tienen lugar en un contexto financieramente difícil para el sector, advierte Scott Gerlt.
Este rubro se enfrenta al aumento de los precios de los insumos debido a los aranceles del presidente, mientras que los ingresos procedentes de su producción están disminuyendo.
"Todo cuesta más debido a los aranceles, especialmente las piezas para reparar la maquinaria agrícola; esto impacta en nuestros resultados", señala Hutchinson.
Según datos recopilados por Chad Hart, profesor de la Universidad Estatal de Iowa, un estado donde la agricultura es prioritaria, las quiebras de empresas agrícolas han aumentado un 50% en comparación con 2024.
M.Sutherland--NG