

"¡Bolsonaro a la cárcel!", "Injusto": condena al expresidente divide de nuevo a Brasil
Sentados frente a una pantalla gigante en un bar de Brasilia, gritan de alegría y aplauden: los asistentes izquierdistas no celebran un gol de la Seleçao de Brasil, sino la condena el jueves del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado.
En cambio, cerca de la casa del exmandatario, donde este cumple prisión domiciliaria en la capital brasileña, decenas de simpatizantes se congregan para una "vigilia de oración".
Frente a un camión con altavoces, la mayoría ondea banderas de Brasil, Israel y Estados Unidos.
"Mantengo la fe porque Dios es justo y creo que las cosas aún pueden cambiar", dice a la AFP Rita dos Passos, de 59 años. "Presidente Bolsonaro, ¡te amamos!", lanza minutos después ante un micrófono.
"Este es el día de la injusticia. Podríamos desanimarnos, pero el Señor está con nosotros", clama una joven sobre el camión mientras sostiene un rosario.
El expresidente brasileño, de 70 años, fue condenado este jueves a 27 años y 3 meses de cárcel por haber tratado de dar un golpe de Estado contra Lula luego de las elecciones de 2022.
La condena del supremo es "injusta", afirma Rodrigo Rodrigues, un taxista en la ciudad.
"No se le puede atribuir la culpa" de la trama golpista, agrega este hombre, que aún tiene esperanza de que Bolsonaro sea candidato en las presidenciales en 2026.
La derecha brasileña volcó su indignación en redes sociales como X, donde rápidamente se multiplicaron los lemas: "Quieren matar a Bolsonaro" y "Suprema persecución", en alusión a la corte suprema.
- "Se ha hecho justicia" -
En el bar Pardim, punto de encuentro de la izquierda, el ambiente es otro.
"¡Bolsonaro a la cárcel!", gritaron varios clientes en el momento de la votación decisiva de la jueza del Tribunal Supremo, Carmen Lucía.
"Me eché a llorar, es un momento muy importante, que llevábamos esperando mucho tiempo", dice a la AFP Sofía Araujo, una estudiante de 20 años en una mesa a pocos metros de la pantalla, instalada en la terraza del bar.
"Hoy podemos celebrar, porque se ha hecho justicia", añade esta joven negra, de cabello ondulado y decolorado.
El 30 de octubre de 2022, ya había ido a celebrar al Pardim la victoria del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda vuelta de las elecciones.
Jarbas Campos Pardim, propietario del bar desde hace 15 años, había preparado todo para el desenlace del histórico juicio.
Compró 80 cajas de cerveza y encendió la barbacoa nada más comenzar la sesión en el Tribunal Supremo. "Hoy es el día de la condena, así que es un día de celebración", exclama eufórico.
"Es importante unirnos para demostrar que estamos juntos en la defensa de la democracia", resume este hombre de 47 años, que trabajó como camarero durante muchos años antes de comprar su propio bar.
João Marcelo Lopes Soares, de 25 años, llegó temprano para no perderse ni un momento de la transmisión en directo de los canales de noticias.
"Este 11 de septiembre de 2025 es un día histórico, un punto de inflexión en la lucha contra el fascismo", dice con entusiasmo este joven, vestido con la camiseta rojinegra del Flamengo, el club de fútbol más popular de Brasil.
Sonríe, si bien es consciente de la presión de Estados Unidos, pues el presidente Donald Trump ha denunciado una "caza de brujas" contra su aliado de extrema derecha para justificar la imposición de aranceles de 50% a ciertos productos brasileños.
"A pesar de la fuerte presión internacional, especialmente de Trump, creo que hay justicia en Brasil; somos un país serio", festeja.
S.Dennehy--NG