

El norte de Europa, azotado por una sequía excepcional
Una sequía de magnitud no vista en décadas azota desde hace semanas a una parte del norte de Europa, de Escocia a Países Bajos, que puede afectar negativamente al rendimiento de los cultivos.
En esta primavera boreal llovió mucho menos de lo normal en el norte de Francia, Bélgica o el Reino Unido, por lo que los suelos están secos.
Una situación que contrasta con la del sur del continente, sobre todo España y Portugal, donde el volumen de lluvias fue el doble de lo habitual en este periodo.
En los campos, la siembra de primavera todavía no germinó por culpa de este tiempo excepcionalmente seco, lo que podría lastrar las plantaciones de trigo, maíz, colza y cebada, que tienen un "crecimiento limitado" cuando hay déficit de agua, explicó a la AFP Nicolas Guilpart, profesor de Agronomía en el instituto francés Agro Paris Tech.
Luke Abblitt, un agricultor del este de Inglaterra, "reza por que la lluvia" caiga en el Reino Unido, que atraviesa su primavera más seca en más de medio siglo.
"Pasamos de un extremo al otro: llueve mucho en invierno y menos en primavera y verano", dijo el agricultor a la AFP. Según contó, se está resignando a adaptar sus métodos de cultivo o a "explorar nuevas variedades" resistentes.
Otros optaron por empezar a regar antes, según el principal sindicato agrícola británico, NFU, que pidió más inversión para instalar tanques de almacenamiento en las explotaciones.
- Mucho sol -
En los Países Bajos no había llovido tan poco desde que empezaron a apuntarse estos datos, en 1906, una tesitura que preocupa a Samuel Jonson Sutanto y a Inge de Graaf, investigadores en la Universidad de Wageningen.
La sequía comportó "una reducción significativa de los caudales fluviales -entre los más bajos jamás registrados- y una bajada del nivel de las aguas subterráneas, especialmente en las regiones orientales y meridionales", explicaron a la AFP.
En Dinamarca, el instituto meteorológico advirtió a principios de mayo que los tres últimos meses fueron excepcionalmente secos, con menos de 63 mm de lluvia registrados.
A ello se suma unas temperaturas y unos niveles de insolación mayores de lo normal para Dinamarca.
Según el instituto, desde el 15 de mayo, el índice de sequía es de 9 o más en una escala de 1 al 10, algo que nunca había ocurrido por estas fechas, al menos desde 2005, cuando se estableció este índice.
En Suecia, la Federación de Agricultores aconsejó revisar la planificación en materia de agua.
El departamento francés del Norte, fronterizo con Bélgica, está en alerta por sequía desde el lunes, pues entre febrero y principios de mayo la cantidad de lluvia registrada fue la equivalente a la que normalmente cae en un solo mes. Además, el viento del noreste intensificó la sequía del suelo.
Y, como las temperaturas son superiores a lo habitual, la atmósfera es "más secante", lo que implica "más evapotranspiración", una combinación de evaporación y transpiración de las plantas, explicó el agrónomo Nicolas Guilpart. Esto hace que las plantas necesiten más agua.
Ante esta situación, los agricultores apuestan cada vez más por el regadío.
"Hasta hace cinco años, ni nos planteábamos la cuestión del regadío en el Norte", pero las cosas han cambiado y "el rendimiento puede variar hasta el doble", señaló Sébastien De Coninck, un productor de endivias de Beuvry-la-Forêt, en el noreste de Francia.
El riego permite "paliar esta falta de precipitaciones", apuntó Guilpart, pero para llevarlo a cabo hay que "tener los recursos" necesarios.
Para el riego, el agua se saca de las capas subterráneas, de cursos de agua cercanos o de depósitos.
R.Ryan--NG